Para ver la primera parte, aquí
Hay clientes que preguntan todoooos los precios, esos nunca llevan nada, solo vienen a babearse y a renegar por el valor de los libros.
Está el cliente perfecto, que entra, saluda, pregunta por un libro (¡que gracias a Dios tenemos!) no quiere envoltorios ni bolsitas, lo paga en efectivo y con cambio, saluda y se va.
Hay señoras cachondas, ellas hablan en voz alta y están mambeadas con los libros de los maestros orientales, el sexo tántrico, el manual de la tigresa blanca, se escuchan claro, son como una estampida y sacan al aire sus chapas de femmes fatales.
Hay amigos que se leen citas de sus libros favoritos, durante horas, se divierten mucho, se enfrenan, se corren, a veces se retiran completamente peleados por una frase de Cioran que dió con el perfil de uno.
Hay clientes maleducados como los hay en todos lados, hasta nosotros mismos lo somos, solo que algunos lo relucen con mayor frecuencia. Los maleducados entran, jamás saludan, no preguntan y se limitan a tender su carta de crédito sin mirar ni agradecer por supuesto. También los queremos, tenemos la esperanza que algún día cambiarán de actitud. Ojo, los hay educados, saludan…. son empáticos los domingos y se apiadan del librero.
Continuará ¿?
buenisima semblanza de los visitantes de una libreria…
me quede pensando en que categoria entro!
divertido que el librero nos haga la radiografia.
aunque yo tengo alguna hecha de los libreros…
felicitaciones por la web. esta muy muy buena