Por P.D.
Antes de ayer fue mi cumpleaños y el primer regalo que recibí me lo hizo Miguel, experimentado librero de Eterna: Corazón doble de Marcel Schwob. Debo admitir que conocía al autor de nombre, por alguna otra obra famosa suya (Vidas imaginarias), pero nunca lo había leído. Ayer comprendí a nuestros clientes cuando vuelven una y otra vez para que él les recomiende qué leer en función de sus gustos. Descubrí a un autor magnífico que, con una escritura cuidada y una calidad estilística digna de destacar, conduce al lector por sensaciones y tonalidades muy disímiles en cada uno de sus cuentos. El libro está editado por Siruela, y la traducción (como no podía ser de otra manera) es impecable. Consta de 34 relatos que sería difícil encasillar en un solo género, puesto que oscilan entre lo histórico y lo fantástico, con total naturalidad. Cada cuento nos muestra cómo casi todo en el universo puede ser blanco y negro a la vez, dependiendo del lugar de observación. Arraigado en la realidad y la intensidad de la vida, hace un fuerte paralelismo entre el mundo interior de la persona, y sus consecuencias directas en el mundo exterior que transita. Así comienza el prefacio del libro:
“El corazón del hombre es doble; el egoísmo es en él la contrapartida de la caridad; el individuo es la contrapartida de las masas; para su conservación, el ser cuenta con el sacrificio de los demás; los polos del corazón se hallan en el fondo del yo y en el fondo de la humanidad.”