Silvina Friera paseó por las nuevas librerías porteñas que se dedican a la edición. Francisco Garamona de La Internacional Argentina/Mansalva, Néstor Pascuzzi de Crack Up y Pablo Braun de Eterna Cadencia, cuentan sus experiencias y patean el tablero.
“Vamos a publicar unos veinte libros por año, buena literatura, mucha ficción y ensayo”, resume Braun, fanático del uruguayo Mario Levrero, “que me obligó a leerlo entero”. Braun cree que se está formando un circuito librero-editorial en Palermo. “Quiero una librería donde la gente venga, por eso tenemos el bar y hay una determinada selección de libros, porque no me interesa tener una librería de paso con libros de Coelho. Mi intención es que sea un pequeño centro cultural literario; que no sólo vengan a comprar libros sino a charlar. Ahora estoy pensando en organizar debates los martes.” ¿Cierran las cuentas de una librería que publica libros? Braun se ríe y responde: “Estamos en el mundo de la cultura, si querés hacer plata, andá a vender heladeras”.
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