Desde el fregadero se puede ver hacia la calle sin ser visto. El vidrio de la ventana es de doble acción, él siempre creyó que las revistas Vanidades dan buenas ideas. Los heliotropos se han marchitado y la niña de las flores hace ya casi una semana que no aparece. Muriel es un hombre maduro pero tiene la piel suave y firme, como las nalgas de un adolescente. Se ha rasurado el pecho para verse más provocativo y se pasea a caballo con la mitad del cuerpo desnudo, sus cabellos teñidos de rubio parecen naturales sobre su piel cobriza. Lo veo desde aquí, desde mi muralla de platos sucios. Conquistar nuevas mujeres, confiando quizá en que nadie puede verlo. No sabe, nunca ha entrado a mi cocina. Muriel vive frente a mi casa. A veces sus amantes se acicalan, como parte del rito furtivo, frente al espejo de mi ventana. Mido sus pechos con respecto a los míos, imagino si caben perfectamente en las manos tibias de Muriel. Observo detenidamente la curvatura de los cuellos sintiendo a veces el temblor tibio de sus besos… él es como un dios perverso que las ama y las desecha como estopas de naranja.
María del Carmen Pérez Cuadra, de Nicaragua, escribe «Sin luz artificial».
Así responde a nuestro cuestionario:
¿A qué escritor de tu generación ves con mayor proyección?
De Nicaragua: Eunice Shade, no es de mi generación, es mucho más joven, pero es a quien veo brillar, luego, pienso en Centroamérica: Claudia Hernández.
¿Cuál fue el último libro que te deslumbró?
De la poesía nacional: La Casa de Fuego, de Marta Leonor González. Y de narrativa centroamericana De fronteras, de Claudia Hernández.
Si el futuro no es nuestro, ¿de quién será?
De quien nos quiera leer.
[Leer las respuestas de Lina Meruane]
María del Carmen Pérez Cuadra (Jinotepe, Nicaragua, 1971) ha publicado el libro de narraciones Sin luz artificial (Premio Único del II Concurso Centroamericano de Literatura Escrita por Mujeres Rafaela Contreras, 2004), al que pertenece el relato que se incluye en esta antología. Su poemario Diálogo entre naturaleza muerta y naturaleza viva más algunas respuestas pornoeroticidas recibió una mención en el I Concurso Nacional de Poesía Escrita por Mujeres Mariana Sansón (2003). Monstruo entre las piernas y otras escrituras antropomorfas obtuvo la misma mención en 2005. En 2008 ganó el Concurso Nacional de Poesía Inédita «El Cisne» convocado por el Instituto de Cultura de Nicaragua y la alcaldía de Ciudad Darío.
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