Ahora que parece que se decidió a entrar el otoño, qué mejor que entrar en calor con un buen libro. La revista Rolling Stone publicó el primer capítulo de Frío en Alaska, de Matías Capelli.
Archive for 19 19-02:00 mayo 19-02:00 2009
Baja la temperatura
Posted in EC Editora, tagged Matías Capelli on mayo 19, 2009| Leave a Comment »
Qué leen los que escriben: Elsa Drucaroff
Posted in Recomendaciones, tagged Elsa Drucaroff, Marcelo Figueras on mayo 19, 2009| Leave a Comment »
Esta semana, la “recomendación de amigo” es de Elsa Drucaroff.
ED es escritora, crítica literaria, periodista y docente. Publicó las novelas: La patria de las mujeres (1999), Conspiración contra Güemes (2002) y El infierno prometido (2006) y los ensayos Mijaíl Bajtín, la guerra de las culturas (1995) y Roberto Arlt, profeta del miedo (1998). Actualmente trabaja en un ensayo sobre la narrativa argentina actual, posterior a la dictadura.
El muchacho peronista
Marcelo Figueras
Nunca es tarde para descubrir una novela. Diecisiete años después de publicada, leo El muchacho peronista, vorágine exquisita de relato, historia picaresca, mágica, inteligente y atrapante, universo cerrado y seductor. Es la novela de iniciación que, aunque transcurra en 1938, sólo puede escribir un escritor joven y lúcido de los años ’90: novela de iniciación al menemismo, a las traiciones, mentiras, ficciones, estafas, manipulación. Iniciación cínica en un sentido, fascinante en otro, donde diversos juegos hijo – padre construyen casi una alegoría de lo que a las generaciones de postdictadura les ocurre con los padres que les tocaron en suerte. Es la novela de un hijo que no se deja devorar por Saturno, que enfrenta a su padre atroz, lo traiciona, lo vence y lo llora. Varias manchas temáticas que atraviesan hoy la nueva narrativa argentina aparecen en esta obra precursora: el filicidio, el silencio de los adultos sobre un pasado reciente, vergonzoso y traumático. Una novela “histórica” que es pura «memoria falsa» (para citar el título de la notable novela de Ignacio Apolo que salió en esos mismos años): invención y trabajo libre sobre mitos de la historia argentina, un pasado narrativo y picaresco, con la libertad creativa de una generación a la cual se le ha impedido pensar histórica y libremente el pasado argentino. El muchacho peronista es ficción pura, deliciosa y atrapante, pero también dramática, densa, sustanciosa y humana, sin esa “libertad” inane, intrascendente, que veo en cierta narrativa a la moda, fría y “moderna” que reivindica la ficción autónoma para alejarse todo lo posible de los conflictos vitales.