Daiana Henderson nos trae poemas de la marplatense Caterina Scicchitano, a quien ubica dentro del fenómeno de la Alt-lit y, a la vez, piensa las condiciones de recepción en Argentina de ese movimiento.
Selección de Daiana Henderson.
Caterina Scicchitano nació en Mar del Plata en 1992, donde vive. Mantiene el Tumblr yournaughtybits.tumblr.com. Fue incluida en la antología 1.000 millones. Poesía en lengua española del siglo XXI (Editorial Municipal de Rosario, 2014) y es autora del libro Be a body (Gigante, Paraná, 2014). Es la tercera poeta que presento en esta serie de “chicas” que di en llamar «Fortaleza y debilidad». Antes de hablar de sus poemas, una pequeña introducción que considero contribuirá a una mejor lectura.
Caterina pertenece al fenómeno virtual de escala mundial autodenominado “Alt-lit”. Este movimiento se origina en Estados Unidos hace menos de media década, con autores a la cabeza como Tao Lin, Megan Boyle, Sam Pink o Jordan Castro, veinteañeros que comenzaron a publicar de manera espontánea en Internet y que encontraron una rápida y sorprendente popularidad. Este fenómeno derivó en miles de adolescentes utilizando plataformas multimedias para publicar sus textos, dibujos, videos y gifs de manera compulsiva pero, sobre todo, para ponerse en contacto entre sí, es decir: generar redes. Si bien el movimiento —que se inicia como un modo de sortear las dificultades que un escritor joven norteamericano encuentra para ingresar en el circuito editorial tradicional— impulsa un modo de circulación autónomo, extrañamente termina generando una réplica casi exacta de la estructura jerárquica del mundillo editorial que conocemos. Se generan grupos artísticos, virtuales, sin restricciones geográficas, compuestos por integrantes de todo el mundo. Tal es el caso del colectivo virtual Los perros románticos, que nuclea a poetas de habla hispana, al cual pertenece Caterina. Esta red cuenta con usuarios “nodos” que desde sus páginas y blogs funcionan como los coolhunters de la manada: se toman el enorme trabajo de buscar y recibir material de autores generalmente inéditos y “presentarlos” ante la comunidad virtual. Tal es el caso de la española Luna Miguel (estabanlocos.tumblr.com) o la mexicana Ana Carrete (newwavevomit.com). Así también, otros usuarios se erigen intentando suplir el rol del reseñista o el crítico, como el colombiano Didier Castro (muuumuuum.blogspot.com) o el español José María Martínez (paradojasdelconserje.blogspot.com). Paradójicamente, los usuarios que en un principio se vieron reunidos por la búsqueda común de un modo de publicación alternativa, terminan teniendo en sus horizontes la publicación de su primer libro en papel. Las editoriales no tardan en surgir o aparecer.
Puede decirse que en Argentina la relación entre los poetas noveles y las editoriales está mucho más aceitada. Cada vez más proyectos editoriales independientes van en busca de los autores que publican y lo hacen por un costo material medianamente bajo, la mayoría de las veces sin cobrarles un peso, algo que no es muy común en otros lugares del mundo. También está la práctica de la autoedición que debido a la relación fluida entre editoriales independientes, librerías específicas del género, ferias de editoriales, ciclos y festivales, permiten al autor poner en circulación sus textos sin demasiado esfuerzo. Quizás esta sea una de las razones por la cual el fenómeno de la Alt-lit no ha tenido tanta replicación como en otros lugares del mundo.
Otra de las razones posibles es de tipo estético. En términos generales, el movimiento Alt-lit suele tener como principales referentes a autores muy específicos: Roberto Bolaño, Sylvia Plath, Nicanor Parra —en menor medida— y a la generación beatnik, particularmente a Allen Ginsberg. Justamente de la generación beat la Alt-lit parece pretender tomar la posta y cruzarla con las prácticas de consumo actuales. Ahora bien: el radical coloquialismo, las referencias a la cultura pop, la jactancia respecto a la experimentación con nuevas drogas o lo anecdótico (esa nueva sinceridad/sensibilidad) no representan ninguna novedad para el público lector argentino, como sí puede hacerlo en otros países de Latinoamérica, Centroamérica o España. Pienso en el sello editorial Siesta surgido tempranamente en 1997, la revista Nunca nunca quisiera irme a casa, también en 1997, o el proyecto editorial y galería Belleza y Felicidad, en 1999.
Caterina pertenece a esa nueva generación de los “nativos digitales”, que no utilizan las bondades de Internet como herramientas sino que éstas forman parte intrínseca de su modo de pensar, producir y relacionarse. “Escucho audios y es como coger por aplicaciones” se titula uno de sus poemas, y no puedo evitar pensar en las apps como las extensiones del cuerpo de las cuales hablaba Marshall Mc Luhan. Este “nativismo digital” también se proyecta en el uso indistinto del castellano y el inglés, el idioma universal de los internautas. En los poemas se percibe el uso de un castellano neutro así como frases verbales o modos de expresión propios de la estructura sintáctica del inglés (“Tenés un pase al hospital con una foto tuya que me gustó en Instagram”, “los restos que te quedan por ligar en un bar”, “tratando de flirtear con agentes secretos”, “mi pene va a tener entrañas como desayuno”). También predomina el uso de una escritura fragmentada en oraciones o frases verbales, muchas veces inconexas semánticamente entre sí, lo cual genera un efecto gracioso. Sintagmas cuyo corte pareciera estar determinado por la capacidad respiratoria (entiéndase: el verso se corta cuando se acaba el aire), pero que también recuerda a la extensión de los twitts. Es que estos nativos están muy entrenados por la consigna de formular algo ocurrente en 140 caracteres: acaso los haikus de la generación 3.0.
a
El futuro es una palabra y quiero tirarme encima de un colchón gigante rosa
El propósito del viento es comunicar que hay viento.
Escucho el ruido de los camiones de gaseosa
el ruido de un motor interno y oxidado.
El líquido con burbujas bajando por nuestras gargantas
simultáneamente mientras nos miramos muy de cerca.
Una fiesta donde sentís miedo y terror cuando observás el cielo
y estás algo aislado de las conversaciones.
Esa es la pregunta de un hombre provocada por una leve ráfaga.
a
Las cosas que pienso mientras estoy escuchando house o algo así
voy de la pieza al baño, de la pieza al baño y no tengo comunicación con mi padre.
logro entender que por tener rasgos parecidos a los de cierta chica puedo parecerme o actuar como ella, o siquiera sentirme bien por parecerme a alguien vagamente famoso. supongo que mi existencia tendría algo más de éxito por esto.
luego termino convirtiéndome en la persona o imaginando que su vida, por más desprolija y hambrienta de atención y comentarios por internet que sea, para mi cabeza está bien.
así actué por largos períodos, otros cortos donde creía que la meditación podía salvarme/aislarme de esos pensamientos pero solo lo hacía por cuatro minutos al día y no tenía constancia en esto.
no estoy copiando a nadie en este momento. ni tampoco meditando o planeando hacerlo.
tengo que pintar un cuadro como el de la decoración de fondo en The Eric Andre Show con rectangulares naranja flúor.
planeo tomar café mientras hago estas actividades y de vez en cuando recostarme en la alfombra a mirar la lámpara. posiblemente quedarme despierta hasta después que pasen Scrubs por Sony. Turk es muy gracioso.
frustrarme o sentirme contenta con el resultado de la pintura. irme a dormir y posiblemente dormir.
a
tengo una banana encima de todo lo que se llama cara
todo lo que te puedo decir es mentira, y me la paso gozando con los chili peppers bien quemada en un algún festival.
aunque en algún momento del día, si llego a pasar mucho tiempo fuera del departamento,
pierdo registro de mis facciones.
siento que soy un flamenco mirándose en la playa.
si fuera un poco más pequeña de lo que soy, los tapados alcanzarían a tapar una cuarta parte de la grasa que creo que no se ve.
tomo jugo de un sorbete rayado, porque me gusta el contenido que tiene dentro.
también tengo una fantasía en donde unos sesenta hombres bronceados y morenos me tiran por primera vez con una malteada sin que esto tenga una connotación sexual.
es mi sueño, que una banda larguísima me envuelva el cuerpo y esta contenga en letrita azul todo lo que no aparece sobre mi internet.
me echan de varios lugares, porque entro con bolsas de verduras, maquillaje de constipada y una realidad que no imaginaban.
así es como vivo mis días,
emocionada por ser personas que no soy.
a
nuestra palabra clave es aeropuerto, triste aeropuerto.
existe una casa donde las ventanas se ven espectaculares para romper, crear un nido ahí con la computadora y ver pasar todo lo que nos perdemos del mundo exterior.
salir de la zona de confort se siente tan suave y simple que preferiría vivir en las rayas geométricas del sweater de un amigo que aquí.
nos ven caminar por la bahía tan tristes y desearían ser nosotros en los noventa.
lo hemos grabado todo cruzando las inmensas peatonales. complicándonos la existencia con carteles burdos de tipografías exageradas delante de una lata de gaseosa.
estoy en complicidad con alguien que lleva tiempo dentro de una piscina esperando que le saquen una instantánea.
nos queman los rayos y nos salen pecas. el olor a humo al que nos acostumbramos se volvió perfume en la memoria.
lo que sea que nos atrae del otro es algo pequeño que se esconde en la batería del celular.
los días en los que el concepto de familia esta cagado nos sentamos como indios imaginando kilómetros hacia lo que no esperábamos nunca.
esto se siente como una meca. se siente como todo lo que debería sentir.
quiero que lleves tu cara sudada al aeropuerto y el logo de una pipa en tu gorra mientras escuchás esto.
hay más de una marca en lo que sea que estamos haciendo. pero nos gusta así.
a
Lista de actividades normales y una referencia subliminal al rap porque se oye bien
sé que me convertí en una experta manejando en la calle
es un nuevo oficio que me adjudiqué
junto con el de saber ir a comprar cosas a último momento.
regularmente sirvo leche dentro de un recipiente
en el que tomé leche tres horas antes
es un método que descubrí para no lavar cuando estoy muy ocupada.
me estreso si alguien está estresado y se descarga con el gato
cuya única función básica en el mundo es ser acariciado por ser humano.
las únicas personas a las que miro mal son aquellas que estacionan
en doble fila y las que cruzan la calle cuando no deberían hacerlo.
a las personas que cruzan en verde las miro con profunda decepción.
a los autos en doble fila les extiendo los brazos como un rapero
haciéndose una pregunta.
a
Brindo
siento que en cualquier lado me veo como si estuviera en una isla tropical pasándome un dedo por la boca.
acostada en mi cama mirándome la ropa interior e imaginando qué emociones puedo causar en terceros.
a veces preferiría salir con nadie, por el hecho de sentir que no salgo con alguien y para que no tengan acceso a estas cosas privadas en mí.
porque es raro que una persona ame la pequeña montaña que se forma entre tus dos piernas, hasta llego a sentir rechazo cuando me ponen en un lugar así de importante.
nunca voy a conocer las dimensiones reales de mis piernas, creo que me confunde aún más revisar fotos en mi celular y ver cómo cambian desde cualquier ángulo.
pasé por el hospital maternal andando en bici y en la puerta había una pareja de unos veintiún años con un bebé recién nacido
y en la vereda de enfrente un tipo con bigote blanco en un alfa romeo sacándole una foto a la patente de un auto que recién lo había chocado.
en la playa me crucé con alguien que trotaba y nos miramos como sabiendo que estaba mal salir a esas horas de la noche pero seguramente ambos lo disfrutamos en distintos niveles
y continuamos por diferentes caminos ambos dirigiéndonos a algún lugar.
ofrecería mi ayuda a jóvenes de aspecto débil y dulce pero detestaría que se quedaran para siempre.
si estás interesado en venir a mi cama y comprar skittles para armar una fila arriba de mi estómago y subirla a internet
no me sentiría para nada mal después. por favor contactame.
a
Escucho audios y es como coger por aplicaciones
a veces cierro los ojos y pienso que soy el amor imposible de alguien.
que esa persona sufre porque vio algo en mí que le pareció diferente y decidió usarme como algo improbable que nunca tendrá, solo para sentirse mal.
algo así como falta de atención en la infancia.
si saldríamos probablemente me mantendría fría pero le pediría que por favor me golpee en la cola.
o le diría que si me da sus drogas podría ser su princesa.
a los caballos de carrera se les estimula con una varilla para que continúen andando.
debe existir al menos un animal que disfrute de la satura del corte.
hoy el cielo está gris y todo particularmente tranquilo.
en un test que me dio el psicólogo había que marcar con una tilde si ‘en ciertas ocasiones observabas todo tu alrededor como si estuvieras en medio de una neblina’.
quisiera nunca poder salir con alguien que me desee. de manera que ambos podamos obtener satisfacción de esto.
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