El escritor y editor del sello Conejos elige sus citas favoritas de Con distinta piel, de Dylan Thomas.
Selección de Ariel Bermani.

“Querida mamá, escribió con el dedo en el dorso de un sobre, alzando la vista, cada tantas palabras invisibles, hacia la mujer de enfrente, que no notaba nada; ésta es para decirte que llegué bien y que estoy bebiendo en el bufete con una mujerzuela. Después te diré si es irlandesa. Tiene unos treinta y ocho años y el marido la abandonó hace cinco a causa de sus andanzas. Su hijo está en un asilo, y ella lo visita todos los domingos. Siempre le dice que trabaja en una sombrerería. No debes temer que se quede con todo mi dinero, porque nos amamos a primera vista. Y no debes preocuparte pensando que me romperé el corazón tratando de reformarla, porque he sido educado en la creencia de que lo correcto es Mortimer Street, y eso no se lo deseo a nadie. Además, no quiero reformarla. No porque piense que no es indecente. Su oficio le gasta muchas medias, de modo que voy a pagar la primera semana de alquiler de nuestro cuartito en Pimlico. Ahora va hacia el mostrador a pedir otra taza de café. Espero que notes que se lo paga ella misma. Todo el mundo en la cantina es desdichado, menos yo”.
*
“Cada pulgada de la habitación estaba cubierta de muebles. Sillas sobre canapés, sobre mesas; espejos casi de la misma altura de la puerta, apoyados, espalda contra espalda, contra las paredes, reflejando interminables montañas de escritorios, sillas con las patas al aire, cómodas, más espejos, bibliotecas vacías, lavabos, roperos. Había una cama de matrimonio, cuidadosamente parada, con los extremos de las sábanas doblados, colocada sobre una mesa de comedor, encima de otra mesa; había lámparas eléctricas y pantallas, bandejas y floreros, palanganas y jarras, amontonados en sillones colocados sobre aparadores y mesas y camas, hasta tocar el techo. La única ventana, que miraba a la calle, apenas alcanzaba a verse entre las patas curvas de trinchantes colocados al revés. Las paredes, detrás de los espejos de pie, estaban cubiertas de cuadros y marcos”.
*
“El placer consiste, se dijo Samuel, en que no sé qué espero que me suceda”.
Todas las citas fueron tomadas de Con distinta piel, de Dylan Thomas. Traducción de Juan Ángel Cotta. Bruguera, 1982.
Read Full Post »