El escritor chileno, autor de la novela Las bolsas de basura, que acaba de ser publicada, elige sus cinco citas favoritas de La construcción del sueño de Henri Bergson.
Selección de Enrique Winter.
“Un sueño es esto: percibo objetos y allí no hay nada.
Veo hombres, parece que hablo con ellos y escucho lo que responden.
No hay nada allí y no he hablado.”
*
“Hay otras formas en que lo experimentamos: sentir que se flota en el aire o el espacio.
Una vez tenido ese sueño, seguramente, se repetirá. Y cada vez que pase, el soñador razonará de esta manera: ‘Lo he hecho antes, la ilusión de volar o flotar, pero esto es lo real. He probado, de cierta manera, que podemos librarnos de las leyes de la gravitación’.
Ahora, si despiertas de forma abrupta e inmediatamente lo predispones, se puede analizar sin problemas.
Sentirás que, indudablemente, tus pies no están tocando el suelo. Y, sin sentirte dormido, nunca pierdes la perspectiva de tu horizontalidad. Por lo tanto, desde que estás acostado y tus pies no sienten resistencia, la conclusión natural es que estás flotando en el aire.
Adviértase esto: cuando la levitación acompañe al vuelo, es que te esfuerzas de un solo lado.
Y si despertaste en ese momento, te darás cuenta de que es el lado en el cual yaces y de que la sensación de esfuerzo coincide con la sensación real, dada por la presión de tu cuerpo en la cama.
Esta sensación de presión, disociada de su causa, se convierte en una pura y simple sensación de esfuerzo, que, junto con la ilusión de flotar en el espacio, produce el sueño.
Es interesante ver que esta sensación de presión establece, por decirlo de alguna manera, el nivel de nuestro campo visual y toma cierta ventaja de la luminosa polvareda en que se encuentra. Efecto de la transformación en formas y colores.
Max Simon nos habla de un extraño y doloroso sueño: dos pilas de monedas de oro, de peso desigual, se le pusieron delante. Por alguna razón, tenía que igualarlas. No lo podía hacer. Esto le produjo un sentimiento de angustia extrema. Este sentimiento crecía a cada momento. Finalmente despierta y se da cuenta de que una de sus piernas estaba cautiva en las tapas de la cama, estando desiguales, sin poder juntarlas”.
*
“Vivimos fuera de nosotros. El sueño nos hace adentrarnos en retiro”.
*
“Sí, creo, indudablemente, que toda nuestra vida pasada está ahí. Preservada hasta el más ínfimo detalle. No olvidamos nada.
Todo lo que sentimos, percibimos, pensamos, ansiamos desde el primer despertar de nuestra conciencia sobrevive indestructiblemente.
Los recuerdos preservados, en esta oscura profundidad, están allí como fantasmas.
Aspiran, quizás, a la luz, pero ni intentan hacerlo. Saben que es imposible y que yo, como un ser vivo y en movimiento, tengo algo más importante que ocuparme de ellos.
Pero supongamos que, en un momento dado, me desentiendo de una situación presente en una acción presente. Supongamos, en otras palabras, que estoy dormido.
Entonces, estos recuerdos perciben que me he liberado de los obstáculos. Abren la celda que los tenía cautivos bajo el piso de la conciencia, aparecen de las profundidades. Se levantan, se mueven, realizan una danza macabra en la noche del inconsciente.
Corren juntos a la puerta que ha quedado abierta”.
*
“El error del soñador es razonar mucho. Podría evitar el absurdo, si se mantuviese como un simple espectador en la procesión de imágenes que lo componen”.
a
Todas las citas fueron tomadas de La construcción del sueño, de Henri Bergson (trad. Fernando Correa Navarro). Alquimia, Santiago, 2015.
Deja una respuesta