Como todos los viernes, la recomendación de nuestros libreros.
Nuestro librero Oscar Fariña recomienda 4 novedades para este fin de semana. Antes que nada, pedimos calma: llegó La isla de la infancia, la tercera parte de la obra de Kausgard. (Por favor, no confundirse con la canción de Lerner). También llegó Perfidia de James Ellroy: casi 800 páginas a puro Ellroy con la que se da inicio al segundo cuarteto de Los Angeles. La tercera novela recomendada es de William T. Vollman y se llama Historias del arcoiris: si el título les suena a Pynchon es porque, justamente, se suele decir que Vollman es el sucesor de. Después de mencionar libros tan gordos, la última mención es para la poesía de Daniel Durand: El cielo de Boedo acaba de reeditarse por Blatt & Ríos.
Aquí la descripción de cada uno:
La isla de la infancia, Karl Ove Knausgard
(Anagrama, 498 págs.)
La memoria no atiende al orden cronológico. Avanza, retrocede, se remansa; guarda reposo y, por sorpresa, sin que conozcamos el motivo, se aviva de nuevo, como si la impulsara una súbita iluminación. Es en las mil direcciones en las que se dispara por las que se interna con pasmosa exactitud Mi lucha, el monumental ejercicio de realismo autobiográfico de Karl Ove Knausgård, guiado por «una especie de oído absoluto de los recuerdos». Y, de todas ellas, La isla de la infancia (el esperado tercer volumen de su novela) arranca situándonos en la isla de Tromøya en el verano de 1969, donde un Karl Ove de ocho meses llega en un carrito empujado por su madre.
Perfidia, James Ellroy
(Penguin Random House, 784 págs.)
Seis de diciembre de 1941. Estados Unidos se encuentra al borde de la Segunda Guerra Mundial. La última esperanza de paz salta por los aires cuando los escuadrones japoneses bombardean Pearl Harbor. Hasta ese momento, Los Ángeles ha sido un refugio inestable para los ciudadanos americanos de origen japonés, pero ahora la locura de la guerra y una creciente escalada de rencor se apoderan de la ciudad. En este ambiente de miedo y sospecha, el hallazgo de los cuerpos sin vida de una familia nipona de clase media pondrá sobre el tablero a una multitud de personajes: el astuto y ambicioso capitán del departamento de policía William H. Parker, el brillante químico forense japonés Hideo Ashida, una jovencísima y atrevida Kay Lake, el ex boxeador Lee Blanchard, el policía Bucky Bleichart y el detective de homicidios irlandés Dudley Smith, todos ellos viejos conocidos de las novelas anteriores de Ellroy.
Historias del arcoiris, de William T. Vollman
(Pálido fuego, 572 págs.)
William T. Vollmann ha sido frecuentemente comparado con Thomas Pynchon y William S. Burroughs. Las trece historias que se incluyen en este volumen están pobladas de drogadictos y ángeles, skinheads y asesinos religiosos, prostitutas callejeras y fetichistas, marginados sociales y oscuros personajes bíblicos. Ambientadas en entornos tan diversos como la antigua Babilonia, la India y los sórdidos suburbios de San Francisco, estas historias han sido ampliamente calificadas como perturbadoras, imponentes, osadas e innovadoras. «Historias del arcoíris» lleva de la mano al lector por un mundo que guarda una semejanza hipnótica con nuestras peores pesadillas. Su gran calidad artística confirmó la reputación de Vollmann como uno de los mejores escritores de nuestra época.
El cielo de Boedo, Daniel Durand
(Blatt & Ríos, 54 págs.)
El cielo de Boedo es un poema en el que el sujeto se sustrae y en ese movimiento, generoso, al dar cuenta de lo que percibe, construye el libro; escrito con versos largos, plásticos, que forman bloques de texto. Los diferentes tonos del poema, su precisión y claridad, nos llevan a prestar atención a lo que el poema dice. ¿Y qué dice el poema? Que es verano, que es primavera, que es otoño, que es invierno y en el cielo luces, aviones, nubes, pájaros componen una ciudad palpitante. El poema atiende a este simple mecanismo y con una expresividad admirable construye una de las grandes obras de la literatura reciente. El cielo de Boedo es un poema para siempre.
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