Miguel Grinberg compila en Un mar de metales hirvientes. Crónicas de la resistencia musical en tiempos totalitarios 1975-1980 (Gourmet Musical) las notas que escribió en el diario “La opinión”.
Por Irina Ponti.
A fines de los setenta, Juan Carlos Kreimer escribía Punk. La muerte joven exiliado en Londres mientras Miguel Grinberg retrataba el incipiente rock nacional en el diario “La opinión” de Buenos Aires. Dos ciudades en pleno no-future, pero mientras en la primera los Sex Pistols arruinaban el Silver Jubilee de Isabel II tocando “God save the Queen” en una lancha en el Támesis —tenían prohibido tocar en suelo inglés—, en Buenos Aires los músicos hacían esfuerzos por mantener los pequeños espacios de fuga que les permitía a regañadientes la dictadura a fuerza de mostrar ternura, amor y paz. O, por lo menos, eso es lo que intenta mostrar casi obsesivamente Grinberg en aquellos textos, reunidos ahora en el volumen Un mar de metales hirvientes. Crónicas de la resistencia musical en tiempos totalitarios 1975-1980 (Gourmet Musical).