El crítico y editor español Constantino Bértolo, invitado al Filba Internacional 2015, habla de ambos roles en el “proceso” de la literatura: “El sistema de homologación de qué sea arte o qué sea literatura sigue actuando con parámetros pre-digitales”, dice.
Por Patricio Zunini. Foto: Alejandro Lamas.
Profesor y crítico literario, Constantino Bértolo (Lugo, 1946) se destaca, sobre todo, por su rol como editor. Con más de tres décadas en la tarea —fue, por ejemplo, el director de Debate entre 1990 y 2003—, su labor alcanzó una dimensión de excelencia durante los diez años que estuvo a cargo del sello Caballo de Troya, puesto que abandonó en 2014, al momento de jubilarse. Caballo de Troya era una perla del collar del grupo Random House que se movía, sin embargo, como una editorial independiente. Bértolo mantuvo siempre la vocación de descubrir nuevos autores y publicó apenas 80 títulos —a razón de 8 por año—: él es el responsable de que los lectores españoles hayan leído, entre otros, a Mario Levrero, Sergio Bizzio, Mercedes Alvarez, Aurora Venturini, Iosi Havilio, Elvira Navarro. Marxista exquisitamente recalcitrante, no dejó de pensar el rol del crítico, del editor, la circulación y el mercado del libro, la literatura como proceso. Todo eso está puesto de manifiesto en el recomendable ensayo La cena de los notables (publicado por Periférica en España, el mes próximo saldrá en Argentina por Mardulce).