El puertorriqueño Luis Negrón habla del libro de cuentos Mundo cruel (Páprika): “Leer a Manuel Puig es como abrazar a alguien que ya conoces”, dice.
Por Patricio Zunini.
Lejos de ser un catálogo de penurias o de bondades, los once cuentos que componen Mundo Cruel, del puertorriqueño Luis Negrón (Ed. Páprika), tienen al tema gay como eje principal. Pero, como dice Antonio Jiménez Morato, en el libro hay más de lucha de clases que de reivindicaciones sobre derechos para minorías. Las historias, que desbordan de humor, van del melodrama a la sátira, del camp al kitsch. “Me gustan los subgéneros”, dice Negrón, “como me gustan mis novios más feítos”.
Luis Negrón estuvo en Buenos Aires y con él hablamos de Mundo cruel.
—El humor siempre nos desarma. Si estás peleando con alguien y en el momento dices algo que los hace reír, es más fácil para cambiar el tono y acercarse. La risa quiebra y une a la misma vez. El humor se utiliza como una lingua franca. Es lo que une a todo el mundo, casi siempre un empieza con un chistecito para romper el hielo, la broma nos acerca.