La autora de Lo que se pierde y una de las organizadoras del ciclo Carne Argentina elige cinco citas entre el tomo de los cuentos completos de la gran Flannery O’Connor.
Selección de Alejandra Zina.
El invierno pasado una amiga me regaló los cuentos completos de Flannery O’Connor. Leí un cuento por día, al levantarme y con el desayuno, como un tratamiento médico. Siempre uno, no más. Cerraba el libro y ahí lo dejaba, moviéndose adentro mío hasta el día siguiente que volvía a agarrarlo. Al mes lo terminé. Era julio o agosto y hacía mucho frío, pero leía en la cocina que es el lugar más tibio de mi casa. Para mí los cuentos de Flannery fueron eso, una experiencia física, un estar en otro lugar (embrutecido y resplandeciente a la vez), una forma privilegiada de estar conmigo misma.