Nothomb es más una artista conceptual que una escritora: si no leemos la solapa de sus libros, si no conocemos algo de su vida, su encanto disminuye. Es lo que pasa con el arte conceptual: necesita de una guía de lectura.
Por Luciano Lamberti.
Cada tanto me leo «una de Amelie Nothomb», como cada tanto me leo «una de César Aira» (*). Son cortas, son rápidas, son graciosas. En todas, publicadas siempre por Anagrama, aparece la autora en la tapa, con diferentes disfraces y edades, lo que marca un proyecto estético que va desde la más pura autobiografía (sobre un libro suyo dice en una entrevista: “No tiene elementos autobiográficos, es pura autobiografía”) a la más pura invención de personajes siempre desfasados y crueles. Nothomb publica religiosamente un libro por año, algunos muy cortos, otros más largos (aunque nunca muy largos), todos disfrutables en el sentido más simple de la palabra.