Se despide la rosarina de su serie con poemas de Leandro Llull, que acompaña, como en las tres oportunidades anteriores, con un collage de su autoría.
Por Beatriz Vignoli.
El parrillero
Con el humo velando los rostros
mi padre y yo preparamos el domingo.
Entre pitada y pitada su voz suma me indica el cómo.
Puedo y lo hago, cumplo el destino
del papel en la pira. Él hizo el fuego,
él hizo el viento y el parrillero.
Puesto el ternero de lado
el domingo come de la carne del hijo. Arde,
pierde su sangre,
gime el vapor en la boca del fuego.
Y el papel ardido vuela ominoso,
no quiere ser testigo.
Tampoco yo lo quise. Volé
como aquellos pájaros negros
que se hicieron del viento
y huyeron tras los muros. (más…)