Federico Poli leyó Los Padres de Sherezade y le gustó. Entre otras cosas dice:
Cuando terminé de leer Los padres de Sherezade tuve la sensación de haber leído a un Borges irreverente, desmesurado, algo chabacano (grosero y de mal gusto, para algunos con el que otros gozamos muchísimo), pero Borges al fin. Tal vez, un Borges en clave Chejov.
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