Qué signo político debe tener el intelectual comprometido.
Por Martín Kohan.
Quizás fue Sartre, desde París, o quizás fue Julio Cortázar, también desde París, quienes nos habituaron a suponer que toda vez que se habla del “intelectual comprometido” hay que pensar necesariamente en un escritor o un pensador de izquierda, en una postura socialmente crítica, en un fervor de transformación o de revolución. Como si la adopción del compromiso político pudiese cobrar tan sólo un único tipo de signo político.