Después de 10 años, desde los relatos de Los Lemmings, Fabián Casas volvió a publicar ficción: una entrevista con la excusa de su novela Titanes del coco. «El escritor que de alguna manera no te permite poner tu propia experiencia como lector, hace publicidad», dice.
Entrevista y foto: Valeria Tentoni.
Como la fiesta en la que todos se descalzan para fumar en la terraza, escena que aparece y aparece en la novela, Titanes del coco rebota dentro de la cabeza de Fabián Casas desde hace por lo menos veinte años. Es, entre muchas otras cosas, la historia de un periodista joven que es llamado a producir, en secreto, el número cero de un suplemento en el diario en que trabaja.
Primero apareció el título en una nota marginal de su diario (que será publicado pronto). Después como una novela que le contó a Marina Mariasch. Entonces le decía: “La estoy escribiendo al tun tun, se me escapa un poco”, y explicaba que toda la primera parte estaba narrada desde la voz de un nene hidrocefálico que conoció en un viaje, sin signos de interrogación ni de pregunta ni ningún tipo de énfasis. Con ese personaje, después, hizo un relato, el primero de la serie que compondría el cuerpo del total que ahora editó Emecé. Pero no lo incluyó al momento de hacer este compendio, no lo tuvo presente. Titanes del coco fue también una historieta escrita en coatutoría con Mariano del Águila en un hotel de Mar del Plata al terminar una temporada de verano para el diario Clarín, y por eso le dedicó el resultado. Se podría escribir un ensayo sobre los autores que testean varias veces una idea hasta que la plasman y a los que se les puede seguir el proceso creativo a través de esos mojones. (más…)