Inés Garland habla de su libro de cuentos La arquitectura del océano (Alfaguara): “Víctima-victimario o amo-esclavo es una dialéctica que trabajo mucho”, dice.
Por Patricio Zunini.
«Hay un aparato que se llama ecosonda. Emite un sonido que baja —hace un gesto con la mano, el índice y el pulgar unidos por las puntas.— Pip, pip, pip —desciende su mano en el aire frente a mí.— El sonido baja y cuando se choca con algo, el fondo, una roca, el borde de la costa, devuelve un eco —su mano empieza a ascender ahora.— Pip, pip, pip. Ese eco marca la profundidad —no deja de mirarme.— La arquitectura del océano. Creo que eso hace el ecosonda es lo que hacen los otros en nuestra vida.» Con la convicción que la literatura puede dar un sentido, una dirección a la vida, Inés Garland reúne dieciséis historias breves en La arquitectura del océano (Alfaguara) en las que, como explorando con una ecosonda, intenta descubrir qué es aquello que anuda las relaciones amorosas de los personajes.
En esta entrevista Inés Garland habla de su nuevo libro, de cómo entiende la literatura y de los aportes que la traducción (recientemente tradujo Ni quiero ni puedo, de Lydia Davis) le da a sus propios textos.