Capital Intelectual acaba de publicar el volumen Discutir Houellebecq, que, a cargo de Hernán Vanoli y Héber Ostroviesky, incluye cinco ensayos sobre la obra del autor francés. Presentamos aquí el prólogo del libro escrito por los editores.
Por Hernán Vanoli y Héber Ostroviesky.
Existen pocos casos en que un escritor se muestra capaz de despertar pasiones y controversias del modo en que lo hace Michel Houellebecq. Si algunos declaran a las series de televisión como la forma más acabada del arte de nuestra era, mientras desde la formulación de políticas culturales del más diverso signo ideológico se confisca muchas veces a la literatura a un espacio decorativo, la narrativa de este autor francés, y el conjunto de textos –entrevistas, poemas, ensayos y artículos– que la rodean hacen urgente interrogar de nuevo el poder de la ficción literaria, sus relaciones con la política y su capacidad de funcionar como máquina de producción de controversias sobre el ser en común. De este modo, cuando tanto lo políticamente correcto como cierto cinismo trash que se produce como reacción al neofariseísmo digital de las buenas causas comunes obturan una serie de debates que merecerían más espesor y profundidad a la hora de conformar la arquitectura de la esfera pública, la narrativa de Michel Houellebecq parece tener reservado un espacio propio: una extraña potencia capaz de desfigurar algunas categorías de aproximación a las contradicciones del humanismo contemporáneo, a nuestros modos de vivir en sociedad.