Desgrabación de la charla abierta entre Pola Oloixarac y Juan Terranova
Ciclo: Los martes de Enterna Cadencia
Fecha: 3 de marzo de 2009
Desgrabación: P.Z.
Primera parte
Juan Terranova: Buenas Tardes, soy Juan Terranova y creo que toda descripción crítica de Las teorías salvajes de Pola Oloixarac, publicada en el 2008 por la que es quizás la mejor editorial, a mi juicio, de este momento en Argentina, que es Entropía. Toda descripción crítica, entonces, de este libro es difícil y simplificadora. Esto al parecer, lejos de ser un obstáculo para su lectura, resulta una virtud. Voy, entonces, a leer una lista de ideas numeradas que fui anotando en el libro, subrayando y anotando en el libro mientras lo leía y releía:
- La filosofía como insatisfacción.
- El campo intelectual porteño como circuito de entrenamiento del narcisismo.
- El malentendido de la pedagogía como motor a dos tiempos de la historia.
- Más allá de su evidente calidad literaria -entre signos de interrogación: ¿calidad literaria?-, es un libro que faltaba. Aunque no aparece solo en el horizonte en la novela argentina, sí tiene un contundente pronunciamiento contemporáneo, como si se tratara de un refresh sobre viejos temas. No es poco. Mientras lo leo recuerdo la sensación que da recargar una página web para que aparezca un elemento nuevo, un mail que recién llegó, un diseño flash que no había terminado de generarse.
- Houellebecq en la calle Puan. – 5bis: O quizás mejor, idiota -idiota escribo yo para mí-, en el sistema de cátedras universitario, no sólo porteño, no sólo argentino, si no universal.
- Política y sexualidad, obviamente, pero también ingenuidad y política.
- La lengua de una comunidad, ethos y pathos de un grupo. – 7bis: Acción de reviente contra las tan mentadas escrituras del yo.
- Interpretación del título. Hay algunas buenas, otras más previsibles, la mía más tendenciosa y festiva: modernidad trunca mediante, no hay posibilidad de que en la Argentina, más aún, en nuestra Argentina cibernética y kirchnerista del presente, las teorías no sean salvajes.
Hola, Pola, ¿cómo estás?
Pola Oloixarac: Bien.
Juan Terranova: Bueno, vamos a empezar esta entrevista con algunas preguntas y después seguramente alguien va a hacer la pregunta por los blogs, que es la que va aparecer en algún momento, y que no está incluída en estas preguntas que traje hoy para hacerte.
Conocimiento y erotismo, conocimiento y crueldad, conocimiento y falsa moral, conocimiento y frivolidad, parecería que no existe en la novela la posibilidad de un conocimiento positivo. ¿Por qué?
Pola Oloixarac: Hola, gracias por venir a todos. Yo creo que sí existe el conocimiento positivo. De hecho, creo que todos los personajes en la novela, incluso los más secundarios, todos plantean relaciones entre la teoría y la acción, todos buscan contrastar teorías, y por lo tanto, inscribirse en una suerte de situación, de producción de verdad, o de, al menos, cómo no es trivial que las cosas sean de una manera y no de otra. Entonces, yo creo que sí es positivo.
Vos ahí mencionás cosas que están connotadas como negativas, como la frivolidad, la falsa moral y una serie de cosas, y el movimiento que a mí me interesaba hacer era que las teorías no quedaran solitarias como en un lugar trascendental, despegadas de las cosas -o de las cosas consideradas negativas o no muy copadas-, sino que en su potencia por describir el mundo, por intentar hacerlo, que también se mezclaran con las cosas connotadas negativamente como estas que vos decís. Pero justamente en términos de poder hacer conocimiento positivo.
Juan Terranova: Quizás sea una limitación mía, pero ¿la crueldad puede tener una connotación positiva?
Pola Oloixarac: …
Juan Terranova: Animate a decir que sí. [Risas]
Pola Oloixarac: La idea de [provocar] un sufrimiento a otro no parece tan fácil de dibujar dentro de las cosas deseables o no aceptables, pero dejarla afuera de las cosas que sí dibujan la literatura, es quizá un movimiento innecesario, o un movimiento que a mí no me interesa hacer. Eso es lo que quiero decir.
Juan Terranova: ¿Y qué pasa con el sexo y el conocimiento? Que en la novela aparece muy tematizado, parecería que no hay posibilidad de transmitir un conocimiento de forma verdadera si no hay una transferencia, y esa transferencia no rebota o no produce un lazo erótico. Se entiende la pregunta, ¿no? Pienso en la relación entre la alumna y el catedrático que hay en la novela. Si quieren puedo contar un poco de qué va: no es una cosa muy inusual en la Universidad argentina que se dé esa transferencia y no es algo inusual en la situación de conocimiento, pero parecería que, de alguna forma, la novela por un lado es tapa, pero por otro promueve esta relación. A ver: ¿qué pensás de la relación entre sexo y conocimiento? O entre erotismo y conocimiento.
Pola Oloixarac: El sexo… Yo tendería a suponer que el sexo literariamente, como cuestión de conocimiento en sí, está un poco sobrevalorado. No es algo que me importa tanto, me parece más crucial describir el eje de la alucinación, no sé, que va hacia eso y que lo desea. Pero creo que si uno piensa el yo, como un polo radiador de actos, cómo se desplazan hacia el mundo y buscan dominarlo o desearlo, de alguna manera ponerse en una relación de dominancia, esa relación es claramente erótica. Por eso, naturalmente, usufructuar al sexo para poder describir esa relación, a mí me parece lícito y cómico. No sé si respondo la pregunta.
Juan Terranova: Sí, sí. Si alguien quiere preguntar algo, yo voy a seguir haciendo preguntas a Pola, pero pueden ir pensando las preguntas y por favor, en mi caso, interrúmpanme.
De esta relación entre sexo y conocimiento, o erotismo como vos decís, aparece una categoría muy fuerte en la novela, que es la de lo feo. Yo tuve una discusión con otra lectora, con una lectora de la novela, muy fuerte y en un momento llegamos a ir a buscar el libro para ver qué pasaba con los personajes, porque esta lectora decía que todos los personajes del libro eran feos…
Pola Oloixarac: ¡No! [grita]
Juan Terranova: Yo le dije: no, no es así.
Pola Oloixarac: Hay todo un cuadrante que va de gente linda a gente fea, de gente inteligente hasta el síndrome de down, y lo cool está democráticamente distribuido en todo el cuadrante, y los atraviesa a todos. O sea: estos feos no son como el personaje feo que está marginado, que es un nabo y nadie lo quiere. Los personajes feos acceden al cálido núcleo de la aceptación sexual, de hecho se mezclan. Creo que más crucial es la manera… A mí me interesaba crear esta matriz porque la cuestión que me parecía más importante que el sexo es la pasión por la autoestima, que me parece totalmente contemporánea. Es como una especie de certeza general de que, en realidad, tenemos que trabajar nuestra autoestima y de alguna manera el sexo viene a ser como una de estas cosas, como uno de estos elementos que nos van a ayudar a poder chequear que nuestra estima está bien, a ponerla a prueba, o etc. Y, de alguna manera, como el mundo contemporáneo, las relaciones que vamos a tener se van a dibujar en relación a ver cómo va cuajando esa pasión por la autoestima. Entonces en un mundo que está claramente atravesado por la estética, por obsesiones de ese tipo, me parecía crucial poder describir esta pasión por la autoestima.
Juan Terranova: ¿Pero Kamtchowsky y Pabst podrían ser lindos, o, por lo menos, no tan feos?
Pola Oloixarac: Bueno, ellos intercambian fluidos con personas que lucen de otra manera. De hecho son aceptables y son… Ellos mismos se hacen a sí mismos personajes inteligentes, lúcidos, pesimistas. Hacen como todo un despliegue de atributos que son positivos, y que son aceptados en tanto que positivos, y les permiten como intercambiar cosas… fluídos.
Juan Terranova: Una de las cuestiones más polémicas de Las teorías salvajes es esta referencia si no exclusiva, permanente, a la Facultad de Filosofía y Letras, que en una metonimia muy conocida por todos, muchas veces se denomina por la calle en donde está, que se llama Puan. Entonces, te quería preguntar, o no quería peder la oportunidad de preguntarte, ¿cuánto de lo que hay en la novela salió de tu experiencia en la carrera de Filosofía? O más directamente: ¿cuánto de la alumna protagonista de Las teorías salvajes pusiste de tu parte?
Pola Oloixarac: Antes de eso quisiera hacer una aclaración sobre Puan y la Facultad de Filosofía y Letras. Es una estudiantina, es una estudiantina situada en la facultad, pero más que la vida en la facultad, a mí me interesaba retratar, o me parece que un punto que es importante, importante dentro de mis deseos, dentro de las cosas que creo que están planteadas, es cierto estado de la cuestión de la teoría, cierto estado de la teoría literaria, hacer que ocurra en Puan es como uno de los elementos, pero hay como una… A mí me divertía.
Yendo a la facultad -esto ya dentro de mi experiencia como alumna- iba, por ejemplo a conferencias. Me acuerdo de una conferencia que fui en el Goethe, habían traído a unos alemanes a hablar y un alemán había presentado un paper y el paper era “Presencia del semen en la literatura alemana contemporánea”. El tipo proyectaba unas filminas y decía “acá 23 veces el semen aparece sobre determinadas superficies, en cambio en este otro autor lo vemos acá…” Era un estudio muy concienzudo, a mí me parecía que ahí había una materia de comedia muy fuerte. Que va un poco más allá de la cuestión de Puan en sí y que se mete directamente con un estado de la cuestión de los estudios culturales.
La manera en que la academia deglutió un montón de cosas que no le eran propias y que ahora sí lo son. Hay estudios del hip hop, un montón de cosas. No sé qué pensas vos.
Y mi experiencia. Bueno puedo contar una anécdota: cuando estaba cursando en el año 2001, antes del default, se había armado como una comisión de filosofía -esto era antes de los blogs-, eran unos mails que se mandaban, y la gente participaba y se discutían cosas, gustos de pan relleno, no sé qué cosas. Y yo empecé a participar un poco para divertirme, y se empezaron a poner como muy locos, y empezaron a decir que era una fascista asquerosa. Cuando me di cuenta que se estaban enojando empecé a mandar más mails, cada vez peores, para divertirme. Y un día voy a la facultad y unos amigos me dicen “¡¿qué pasa?!”, porque había unos carteles que decían “escrache a Pola por burlarse de nosotros”. Y los tipos me estaban buscando, y yo no sabía quiénes eran. [Risas]
Ahí entré en la clandestinidad; nunca salí. Entraba en la facultad, me iba siempre por el costado, usaba los ascensores que estaban atrás, no usaba el del medio, y bueno, por suerte mis amigos no me delataron, pero bueno, fue una situación muy quemada.
Juan Terranova: ¿Qué te empuja escribir el libro? ¿De dónde sale el libro? ¿Por qué decidís escribir este libro y esta historia? Sobre todo la de la estudiante de filosofía.
Pola Oloixarac: El libro se organiza como un brote de paranoia, donde hay un montón de cosas que yo las tengo que organizar y tienen que hacer sentido. O sea: me interesa hacer argumentaciones que sean lo más claras posibles para poder transmitir la fuerza de eso que se me presentó durante años. Y hacerlo en una comedia. Me parece que la comedia es el género que yo podía utilizar y es el género para hacer humor político, que era además lo que me interesaba. Me parece medio claro que las tematizaciones de los valores actuales encuentran su mejor carril en el humor. Ya en South Park, o en Capussotto, me parecía que había un lenguaje que yo tenía que usufructuar y hacerlo lo más divertido posible.
Juan Terranova: ¿Hacés excursiones antropológicas urbanas como tus personajes?
Pola Oloixarac: Sí, cada vez que salgo de mi casa.
Juan Terranova: ¿Y entendés la inteligencia como un accesorio femenino de lujo? [Risas y murmullos entre el público]
Pola Oloixarac: Me parece que es un accesorio de lujo en hombres, en transexuales, en mujeres… En términos de algo de lujo, o sea: un bien escaso.
Juan Terranova: Justamente. Me refiero a la inteligencia, no al conocimiento, en este caso.
Pola Oloixarac: Creo que es un bien que no es tan común en todos los sexos. Quiero decir que por algún misterio está un poco más naturalizada la estupidez de los hombres, o se toma con normalidad. Esto es algo muy curioso, que yo no dejo de observar. Igual me parece algo muy divertido, me parece bueno detectarlo, creo que todos tenemos que estar atentos al respecto. Pero es cierto, un hombre “es” directamente, no parece tan claro como que tenga que demostrar que no es un tonto, que no es un invento. El tipo está ahí, después empezás a sumarle determinados atributos que lo completan, pero no tiene que ir en contra, de demostrar que no es otra cosa.
Juan Terranova: ¿Cuál sería el lector ideal o el lector que a vos te gustaría que tuviera Las teorías salvajes?
Pola Oloixarac: Creo que es una persona profundamente humanista, que le divierte el mundo contemporáneo y que no necesariamente fue a la Facultad de Filosofía y Letras. Me parece que los consumos culturales están atravesados de un montón de citas y cosas, me parece que no es algo específico la facultad. Incluso, si hay riqueza de intertextualidades, etc., no es necesario tener el lente de la facultad para poder atraversarlas. Para nada.
Creo que cualquier persona que le guste las comedias y que sea profundamente humanista.
Juan Terranova: Bueno, yo voy a hacer mi última pregunta, y no traje más preguntas porque me resultaba extremadamente problemático preguntar por el libro…
Pola Oloixarac: ¿Por qué?
Juan Terranova: Porque es un libro… que desnuda ciertas… “ciertos entramados masculinos”, ¿te gustaría que dijera eso?
Pola Oloixarac: Pero especificá un poco más.
Juan Terranova: Bueno, a mí me puso bastante nervioso el libro [Risas]. Empecemos por ahí.
Pola Oloixarac: ¿Por qué?
Juan Terranova: Porque yo también fui a… soy egresado de esa casa de estudios y he ocupado lugares a ambos lados del mostrador. Fui alumno y fui docente, también. Para ponerlo en negro sobre blanco: hubiera sido aterrador para mí tener una alumna como vos, por ejemplo. Pero también hubiera sido aterrador tener una compañera de banco como vos, o como la muchacha de Las teorías salvajes, hagamos la salvedad.
Pola Oloixarac: La gente de Letras siempre le tiene miedo a la gente de Filosofía. [Risas y aplausos]
Juan Terranova: Eh. Bueno, me gustaría que alguien pregunte algo. No tengo nada para decir ni para reivindicar mi carrera, que ahí está ella sola para demostrar lo que es. Bueno voy a decir algo: la filosofía no tiene objeto hoy en día pero la carrera de Literatura sigue teniendo un objeto muy claro…
Pola Oloixarac: [Interrumpe] Que es tratar de hacer filosofía cuando leen. Y leer mal la filosofía cuando leen libros y tratan de hacer teoría literaria con los libros. [Risas]
Juan Terranova: Esa es una parte de la carrera. [Risas] Verdaderamente es una parte de la carrera.
Pola Oloixarac: No te parece que es como una moda muy reciente esto de separar literatura de filosofía.
Juan Terranova: No, no, no.
Pola Oloixarac: Una moda que tiene 200 años.
Juan Terranova: No, no, no. La Filosofía perdió el objeto hace 200 años.
Pola Oloixarac: ¿Cómo “perdió el objeto”?
Juan Terranova: Perdió el objeto, no tiene objeto de estudio. Yo hice la carrera de Letras porque me gustaban los libros y, sobre todo, los libros que contaban historias. ¡Tomá! [Risas]
Pola Oloixarac: Pero vos pensás que las historias, y en este caso estás aceptando como una definición de “historia” como algo que está actuado por una persona, en un lugar, con ciertos amigos, y con ciertas acciones, que luego viene una intriga, etc. Imaginate una intriga protagonizada por el ser, el tiempo. [Risas] No: de verdad. Imaginate el acto de escritura que tiene un Spinoza, alguien así, maravilloso. Está encerrado, tiene ante él una suerte de aparición maravillosa y aterradora de cómo puede llegar a ser una descripción del mundo para describirla no puede apelar a sensaciones, por ejemplo. No puede apelar a la sensibilidad de contarte una historia, y vos te enganchás con la historia y con lo que va pasando, y de pronto llorás. Tiene que emocionarte totalmente de otra manera, tiene que emocionarte con una escritura pura, de argumentaciones acérrimas y lo más perfectas posibles. Tiene que tocarte directamente el cerebro, como renunciando a cualquier tipo de trivialidad y buscando una escritura pura. ¡Eso es contar historias! Y es la historia del Universo. Por ahí es muy nerd lo que estoy diciendo, pero yo lo pienso así. Te puedo dar más ejemplos. De cada autor.
Juan Terranova: Yo lo que tengo mucho cariño de la filosofia es que Descartes usaba bata.
Pola Oloixarac: Que era burgués te gusta.
Juan Terranova: Y sí. Usaba bata.
Pola Oloixarac: Frente al fueguito.
Juan Terranova: Exactamente, y mientras revolvía el fuego, ahí, en bata, seguramente desnudo, porque cuando uno se pone una bata no se la pone arriba de la ropa, está desnudo Descartes, la bata se abre, y el tipo resuelve el fuego y piensa en los ejes cartesianos. Su gran aporte. Esa escena me puede llegar a conmover.
Pola Oloixarac: Sí, es conmovedora, el se pone a sí mismo en escena. Como un capitán del espíritu.
Juan Terranova: Creo que escribiste algo sobre eso, sobre Descartes revolviendo el fueguito en la chimenea en el blog.
Pola Oloixarac: No, él está en su living meditatorio, él medida frente a la estufa.
Juan Terranova: Podemos seguir así indefinidamente, haciendo esta cosa así pisape carrera de Letras, carrera de Filosofía, que no deja de ser atractivo.
Pola Oloixarac: Pongamos un aplausómetro.
[Intervención del público]: Un aplauso para la carrera de filosofía. [Aplausos y risas]
Juan Terranova: No pidamos para Letras.
[Intervención del público]: ¡Pedilo!
Juan Terranova: ¿Lo pido? […] Bueno, se está cortando el audio… [Risas] [Imposta la voz] Un aplauso para la carrera de Letras, por favor. [Aplausos] Estoy jugando de visitante, por eso.
qué risa el ataque positivista que le agarró a Fernan Mirás a.k.a. Terranova (gran escritor por cierto) con el comentario “la filosofía no tiene objeto” ¿Cuándo sale la 2da¿? ¿mañana¿?
yo me pregunto, la agenda de criticar a los estudios culturales y a la teoría literaria no es un poco antigua ya? y más allá de eso ( a quiién le importa la novedad de las cosas, al fin de cuentas) qué sentido tiene realmente? La filosofía contemporánea o el pensamiento contemporáneo (digo en las academias que importan, obviamente no lo de puán) se nutre de una agenda interdisciplinaria que no hace diferencias tan tajantes respecto al lugar del que proviene el conocimiento sino que al contrario intenta expandir los campos
Me parce que la novela de Pola escenifica una visión del saber completamente perimida (digo el mundo del pensamiento es hoy mucho más flexible y menos colonialista que el que ella escenifica en su novela).
¿Repetir la idea hobbesiana de que el contrato social está basado en el miedo es acaso algo relevante, filosóficamente hablando, hoy?
Ya que intentó decorar su novela con hackers y bloggers, cosas muy actuales, tal vez hubiera sido intersante nos ofreciera ideas un poco más contemporáneas que cias de Sade, Hegel y Hobbes… digo, ya que ella es de filosofía y ama tanto el saber…
Perú, la segunda parte la colgamos mañana, saludos
[…] Oloixarac: Creo que es un bien que no es tan común en todos los sexos. Quiero decir que por algún misterio está un poco más naturalizada la estupidez de los hombres, o …Esto es algo muy curioso, que yo no dejo de observar. Igual me parece algo muy divertido, me parece […]
Me llama la atención el nombre de la autora. Es seudónimo, es mexicana, es polaca?
[…] Marzo 6, 2009 por Eterna Cadencia Desgrabación de la charla abierta entre Pola Oloixarac y Juan Terranova Ciclo: Los martes de Enterna Cadencia Fecha: 3 de marzo de 2009 Desgrabación: P.Z. Segunda parte [leer la primera] […]
Con eso de “quiero decir que por algún misterio está un poco más naturalizada la estupidez de los hombres” Pola le quiso decir a Terranova que era un Terranabo, o me parece?
Excelente construcción del personaje
pololo: quizas te esta diciendo a vos estupido de paso no, ya que sos hombre y comentas taradeces. la charla es muy interesante de verdad, gracias eterna cadencia por tomarse el trabajo de desgrabarlos.
[…] la página oficial de Alpha Decay, pero además, Vicente Luis Mora la ha reseñado, Juan Terranova la presentó en Argentina y como si ya no fuera suficiente, Ricardo Piglia y Mario Bellatin no dejan de alabarla. Habrá que […]
[…] aún, en nuestra Argentina cibernética y kirchnerista del presente, las teorías no sean salvajes. Primera Parte y Segunda […]