Por P.Z.
La tecnología puede ser útil para construir el perfil de un personaje. Por ejemplo, quien se decida por una iBook seguramente resultará más canchero (y probablemente más eficiente) que aquel que trabaja desde una PC de escritorio con Windows. Pero también es un arma de doble filo: un texto que abunde en menciones tecnológicas puede volverse viejo con rápidez.
Por estos días estoy leyendo Los hombres que no amaban a las mujeres, la primera entrega de la Trilogía Millenium escrita por Stieg Larsson. Una novela de misterio de casi 700 páginas, me decidí a leerla porque Babelia la elegió como uno de los mejores 10 libros del 2008. ¿Gran historia o fui víctima del márketing? Todavía no leí tanto como para decirlo, pero algunos amigos me han contado que la leyeron con mucho entusiasmo.
Larsson no duda en servirse de la informática para pintar a sus personajes, pero varias veces sorprende con la forma en que la utiliza:
«La familia era tan amplia que Mikael tuvo que crear una base de datos en su iBook. Usó el programa Notepad (www.ibrium.se), uno de esos geniales productos diseñados por dos chavales de la universidad KTH de Estocolmo que lo distribuían por dos duros en Internet como shareware. Al parecer de Mikael, pocos programas resultaban tan imprescindibles para un periodista de investigación». (pág. 200)
Parece publicidad no tradicional, ¿no?
Mi IBook G4, además de tomar señal inalámbrica dónde sea y cómo sea, es lo más sintético, rápido y amable en tecnología. Eso sí, nunca sería personaje de una ficción, ni que Jobs me pague. En el último caso, agarro el mango y tacho la marca a último momento.
Stephen King se la pasa hablando de tomar Pepsi en sus libritos firmados como Richard Bachman.
Bret Easton Ellis no deja de hablar con amor de sus Ray-ban.
Creo que la cultura popular en la literatura sirve para generar mímesis, pero en esta frase más que mímesis parece truco publicitario directo.
Hay otra leyenda, que Stephen King es un equipo de redactores profesionales, dos coordinadores, un director creativo. Como… una agencia de publicidad (y pueden hacer cuentos, selecciones, prólogos, novelas cortas, largas, de aventuras, de género, guiones, obras de teatro… y cada tanto, dejan los escritorios para que el jefe trabaje en lo que realmente le gusta). Y que las marcas aparecen exentas de toda inocencia.
Para un lector memorioso, la confirmación de semejante mitología resulta abrumadora.
Un poquito más adelante recomienda una Apple. Lisabeth tiene un accidente con su computadora y debe comprar otra:
“Como era de esperar, se fijó en la mejor opción imaginable: el recién lanzado Apple Power Book G4/1.0 GHz, CPU de aluminio, provisto de un procesador PowerPC 7451 con AltiVec Velocity Engine, 960 Mb RAM y un disco duro de 60 Gb. Disponía de BlueTooth y de un grabador de cds y dvds incorporado.
Lo mejor de todo era que tenía la primera pantalla de 17 pulgadas del mundo de los portátiles, además de una tarjeta gráfica NVIDIA y una resolución de 1440 x 900px que dejaba atónitos a los defensores de los PC, y que desbancaba a todo lo existente en el mercado hasta el momento”.
Lo transcribo porque, al igual que Omar, yo también estoy orgulloso de mi Apple.
Lo que faltaba !!!
Intentaré ser breve. Trabajaba en un proyecto de realidad virtual cuando cayó en mis manos Millenium 1, bueno estoy terminando el 3 y ayer vi el segundo DVD.
Como soy muy curioso y uso Mac desde el Classic y los Powerbook titanio son mi arma principal, ya llevo varios entre esos y los Bati-powerbook negros.
Me baje el programita de Mike de los Cojones y como decía el, ya no se como pude vivir sin el antes. Mi trabajo ahora es programar mis fotos copiando y pegando código para las diferentes panoramas y como es un poco delicado necesito referencias, para no olvidar corchetes … El proyecto en cuestión es El Bosque de Oma y estará en portada en mi web, i-tour.es.
Ah, solía usar Filemaker o TexEdit, pero desde que uso Notepad no tiene color.
Saludos.
Ricardo